De pequeño, Neji era un niño alegre y dulce, como lo demuestra con su prima Hinata
al decirle linda, pero, al pasar por su dura infancia, se volvió un
chico duro y frío, manteniendo su odio hacia todo lo que tuviera
relación con la casa principal del Clan.
Así mismo, antes de su combate con Naruto,
su manera fatalista de ver las cosas y el tener consciencia sobre su
propio poder lo harían arrogante y orgulloso, comportamiento que
exhibiría contra aquellos a quienes percibe como más débiles que él,
como su compañero de equipo Rock Lee, de quien descalificaría su sueño de convertirse en un gran ninja, viéndolo como "algo sin esperanza"; y como su prima Hinata, a quien le subvalora el crecimiento personal que tuvo ella en la batalla concluyendo que, al final: "Un perdedor siempre será un perdedor".
Sin embargo, después de su derrota en el Examen, entiende que si incluso un perdedor como Naruto
puede cambiar su destino, él, siendo un genio, también podría hacerlo.
Ese cambio en su manera de pensar haría que comience a preocuparse más
en el trabajo en el equipo y en lograr, de la mejor manera posible, el
cumplimiento de las misiones y la seguridad de sus compañeros a la vez.
Adicional a esto, Neji intenta arreglar las dañadas relaciones que tiene
con la rama principal, en especial con Hinata,
logrando, de esa manera, ser entrenado por su tío y, después, tener la
vestimenta del clan. Por último, Neji reconocería la importancia de la
perseverancia, al aceptar que dicha cualidad le falta tanto como le
sobra a Rock Lee,
diciendo que si él se hubiera encontrado en la misma situación en la
que estuvo su compañero de equipo luego de los Exámenes Chūnin, muy
probablemente hubiera decidido dejar de ser ninja, y ver que otra cosa
podría hacer en la vida.
En la segunda temporada, Neji se muestra como un ninja
calculador, siempre alerta y tratando de proteger siempre a su prima.
Aparentemente, el odio que sentía hacia a la rama principal se ha visto
totalmente disipado.
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